Fundamentos Epistemológicos de la pedagogía

Un estudio epistemológico sobre la pedagogía, a realizar por un epistemólogo de la misma, tendría que definir el enfoque o enfoques y la dimensión o dimensiones de la epistemología a utilizar. Ese no es el propósito de este curso, pero si lo es reconocer las preguntas y las posibles respuestas que tendrían que hacerse tanto el pedagogo como el epistemólogo de la pedagogía para dar cuenta de este saber. Los estudiantes de este curso como futuros pedagogos necesitan comprender: ¿Cuál es la naturaleza del saber pedagógico?, ¿A qué campo del conocimiento se refiere el saber pedagógico?, ¿Cuál es el objeto de estudio y de conocimiento de la pedagogía?. ¿Cuáles son las distintas perspectivas y teorías pedagógicas que existen? ¿Cuáles son los métodos para abordar el saber pedagógico?. ¿Con qué otras ciencias se relaciona o recibe aportes la pedagogía?.

Las anteriores preguntas tienen implicaciones en la formación de un pedagogo, en la sociedad y en la misma pedagogía, si ella es entendida como ámbito fundamental de formación y de interacción de los seres humanos y como forma de acceder, vivir y consolidar el hábito de obrar mejor dentro de una determinada sociedad. Lo cual hace que la pedagogía se instale al interior de las ciencias sociales para dar cuenta de una de las maneras de constituir una mejor sociedad. Esa manera es la educación, la cual podemos reconocer como campo social general en el que se inscribe la pedagogía. Lo anterior implica también entender la pedagogía como instancia teórico-práctica que pretende alcanzar la intención de constituir una mejor sociedad y como interacción humana y social con pretensiones de rigurosidad en la construcción de la misma, lo cual exige evitar actitudes dogmáticas para asumir actitudes hermenéuticas en las que se posibiliten comprensiones y explicaciones permanentes sobre las mejores maneras de hacer el proceso educativo.

Una de las pistas para dar cuenta de los fundamentos epistemológicos de la pedagogía esta en relación con la comprensión de las distintas perspectivas existentes sobre el saber pedagógico, al irlas presentando se irán dando planteamientos sobre su objeto, contenidos, relaciones con otros conocimientos y prácticas, argumentos explicativos y posibles métodos de estudio e investigación.


1. PERSPECTIVAS DE LA PEDAGOGÍA.
Son varias las perspectivas que se han generado sobre la pedagogía, el estudio de ellas, como ya se dijo en el anterior párrafo, da pistas para comprender los fundamentos epistemológicos de la pedagogía. Estas perspectivas van desde la consideración de la pedagogía como saber o discurso, hasta las de ser una ciencia. Gloria Cecilia Gil hace un gran aporte a nuestro cometido al presentar una síntesis de cuatro perspectivas de la pedagogía, con base en los análisis de autores como: Mockus, Hernández, Granes, Sharum, y Castro, en 1995. De esas cuatro perspectivas señalaré con negrilla aquello que podría corresponder con la naturaleza, objeto o método de la pedagogía.


Las cuatro perspectivas son:


1.1. LA PEDAGOGÍA ES UN SABER PROPIO DE LA PROFESIÓN DEL EDUCADOR.
Los autores que plantean esta primera perspectiva son: Olga Lucía Zuluaga, Alberto Echeverry, Alberto Martínez y Humberto Quiceno (1988), quienes expresan que “la pedagogía es la disciplina que conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza propios de la exposición de las ciencias, como al ejercicio del conocimiento en la interioridad de una cultura”.

En esa misma perspectiva se ubican los planteamientos de la profesora Eloisa Vasco (1990) para quien la razón de ser de la pedagogía es el acto pedagógico; los de Carlos Eduardo Vasco (1990: 119) para quién la pedagogía es “el saber teórico-práctico generado por los pedagogos a través de la reflexión personal y dialogal sobre su propia práctica pedagógica y de otras prácticas y disciplinas que intercalan con su que-hacer”.

1.2. DISCURSO FILOSÓFICO E IDEOLÓGICO HISTÓRICAMENTE SITUADO.
Esta segunda perspectiva hace referencia al conjunto de enunciados que orientan el oficio del maestro (Mockus y otros 1995). Desde esta perspectiva “la pedagogía es un discurso de permite reconocer el sentido de la actividad del educador”. Se diferencia de la primera perspectiva en que en esta segunda perspectiva la pedagogía más que un conocimiento profesional, es un conocimiento socialmente relevante no sólo para los docentes sino también para los alumnos, la comunidad local, la sociedad civil y el Estado para cualificar la educación, apropiando y elaborando formulaciones pedagógicas.

Desde esta segunda perspectiva Aracelly De Tezanos considera que la actividad teórico-práctica cumple un papel fundamental en la formación de maestros y que es ella la que permite generar saber pedagógico. Reflexión de la realidad escolar que se entrecruza con otras prácticas sociales, con otras biografías particulares de los maestros y los alumnos.

1.3. SISTEMA DE MENSAJES IMPLÍCITOS QUE REGULA LAS RELACIONES ENTRE QUIENES PARTICIPAN EN ESAS PRÁCTICAS.
Esta tercera perspectiva delimita las formas legítimas de ejercer el oficio de educador, “Una pedagogía correspondería a una cierta delimitación de modos de enseñar considerados válidos dentro del conjunto muy amplio de todos los posibles modos de enseñar” (Mockus y otros, 1995; 16), también este sentido está presente en los trabajos de Mario Díaz, quien habla de “un sistema de mensajes implícitos que se encarga de regular las relaciones de quienes participan en las prácticas pedagógicas”, la pedagogía se asume como “un dispositivo para la producción, reproducción o transformación de la cultura y los procesos de socialización”.

La pedagogía asume así, dice la autora, “una dimensión simbólica generativa de formas de cultura, de relación social, de saber, de experiencia y subjetividad, constituyéndose en un dispositivo cultural que de manera sutil reproduce las formas de ejercicio del poder pero que también se transforma en razón de los cambios que se producen en los contextos económicos, políticos, sociales y culturales”.

1.4. DISCIPLINA QUE INTENTA RECONSTRUIR LAS COMPETENCIAS DE LOS EDUCADORES Y LOS ALUMNOS EN CUANTO TALES.
Esta cuarta perspectiva, propuesta por el grupo coordinado por el profesor Mockus (1995), intenta convertir la pedagogía en una disciplina reconstructiva del saber cómo, empírico e intuitivo, en un saber qué, teórico. En sus planteamientos los autores se apoyan en los trabajos de Habermas sobre la pragmática universal que pretende “explicitar las reglas más generales que dan cuenta de un saber cómo dominado por los hablantes, que les permite incorporar oraciones en relación con la realidad, de tal manera que puedan asumir funciones de representación, expresión de intencionalidades y establecimiento de relaciones interpersonales legítimas, expresándose así su competencia comunicativa".

Esta competencia comunicativa, potenciada por la tradición escrita, la reorganización argumentativa y la escritura, a través de procesos de discusión racional referida al conocimiento y a los saberes socialmente construidos y heredados, constituye la competencia pedagógica.

Al mismo tiempo hay que reconocer que en el campo educativo, además de la pedagogía, convergen todos los saberes y prácticas de la cultura, construidos históricamente por los seres humanos, ya como saberes cotidianos, míticos, filosóficos o científicos, ya como prácticas sociales o de transferencia de conocimientos. Los conocimientos que los seres humanos han construido sobre lo “real”, es decir, las “realidades” e “intersubjetividades”, así como sus aplicaciones, constituyen la cultura de una sociedad. Lo que equivale a decir que en el campo educativo confluyen todos los saberes y las prácticas culturales como objeto de la misma. Sin embargo habría que aclarar la entrada de los conocimientos y las prácticas de la cultura en el proceso educativo, ya como conocimientos que lo hacen posible: pedagogía, didáctica, currículo,... o como conocimientos con los cuales se hace posible el proceso educativo: Ciencias, disciplinas, técnicas, tecnologías, artes, humanidades, filosofía,...

Lo anterior implica que son las relaciones entre la sociedad y la cultura; la educación y la pedagogía; la pedagogía, la didáctica y el currículo, en referencia con todos los conocimientos y prácticas de la cultura, las que nos deben dar pistas para dar cuenta de la interdisciplinariedad de la pedagogía y de la complejidad que representa hacer una epistemología de la pedagogía.